La banda gástrica es un tratamiento para la obesidad que consigue reducir la sensación de hambre y provocar que el estómago mande señales al cerebro indicando que el nivel de saciedad es elevado.
Es una técnica muy eficiente a la hora de perder peso, por lo que se recomienda en personas que padezcan obesidad y su IMC comprenda el 35-40.
En algunos casos, está recomendada también para personas que sufren sobrepeso.
La banda gástrica requiere de mantenimiento en los primeros 6-8 meses posteriores a su colocación.
Esto sucede porque hay que ir corrigiendo el nivel de presión que ejerce el dispositivo que rodea el estómago.
Para ello, el paciente tendrá que acudir al especialista para que realice esa regulación. El procedimiento es indoloro y no necesita hospitalización.
Las personas que se someten a esta cirugía, pierden normalmente un 60% del exceso de peso en los 12-18 meses siguientes a la operación y deben seguir una dieta saludable y un estilo de vida activo para mantener esa pérdida de peso.
En esta sección conocerás todo el proceso de tu intervención del principio a fin.
Para diagnosticar la obesidad usamos el Índice de Masa Corporal (IMC) que nos indica la cantidad de grasa corporal que tienes en relación a tu estatura y peso.
Por lo general consideramos que un paciente es candidato a la cirugía de obesidad:
Para conocer tu IMC y saber si tienes un posible exceso de grasa corporal usa esta calculadora.